Rutas por el Valle de Roncal
El Pirineo navarro se hace mayor de edad en el Valle de Roncal, con escarpadas cimas que superan los 2.000 metros, impresionantes bosques y bellas cascadas y saltos de agua. Sus siete pueblos -Burgui, Vidángoz, Garde, Roncal, Urzainqui, Isaba y Uztárroz- cuentan con bellos caseríos de piedra que guardan tradiciones milenarias relacionadas con sus ancestrales modos de vida.
Además, el Valle de Roncal está situado en un lugar estratégico que permite a los visitantes conocer otros valles y lugares de gran belleza e interés a ambos lados del Pirineo. En este folleto presentamos hasta seis rutas diferentes que, partiendo de Isaba, nos llevan desde la Selva de Irati hasta las impresionantes foces (gargantas) de Arbayún o Lumbier, pasando por los valles oscenses de Ansó y Hecho o el paisaje salvaje de la garganta de Kakueta y las Hoces de Holtzarte, en Soule-Xiberoa.
- Garganta de Kakueta
- Belagua - La Pierre St. Martin y Monte Arlas
- Zuriza, Ansó, Hecho y la Selva de Oza
- Los pueblos del Valle de Roncal
- Las foces de Burgui, Benasa, Lumbier y Arbayún
432.4 km, n/a
Garganta de Kakueta
Al otro lado del Pirineo se encuentra la Garganta de Kakueta. Ubicada en la localidad vascofrancesa de Santa Engracia, es un estrecho desfiladero de 4,5 kilómetros formado por el río Uhaitza y abierto en la piedra caliza repleta de cuevas, grutas y cascadas, que va recibiendo aportes de corrientes subterráneas. Considerada una de las imágenes más hermosas del Pirineo vasco, el desfiladero está preparado para la visita turística en una longitud de algo más de 2 kilómetros mediante pasos en la roca y puentes hasta llegar a la cascada de Kakueta.
Junto al pueblo de Larrau sale el sendero que en menos de una hora conduce al puente colgante sobre las Hoces de Holtzarte, una rudimentaria construcción de madera y hormigón en la parte superior del desfiladero con una impresionante caída de 200 metros sobre el río Olhado.
Opcional: También en Santa Engracia puede visitarse la cueva de La Verna, una inmensa sala subterránea de 62.000 metros cuadrados y 180 metros de altura. La visita está regulada y tiene una duración mínima de más de una hora, por lo que se recomienda hacer un día la visita a Kakueta y Holtzarte y otro día la visita a La Verna.
98.7 km, n/a
Belagua y Monte Arlás
El Valle de Belagua es el único valle glaciar de Navarra y está configurado por una extensa llanura rodeada por altivas cumbres. El dolmen de Arrako y los puentes romanos próximos a Isaba son vestigios de la milenaria ruta que antaño atravesaba el valle, comunicando Navarra con Zuberoa. Destacan las reservas naturales de Larra (con su pino negro entre las rocas) y Aztaparreta, un hayedo-abetal que pasa por ser el único territorio virgen que queda en el Pirineo, y la reserva integral de Ukerdi.
En la parte alta de Belagua está situado el Centro de esquí nórdico de El Ferial, con más de 10 kilómetros de pistas y varios senderos interpretativos para los amantes del senderismo. En la frontera con el valle francés de Baretous, junto a la carretera, se encuentra la piedra de San Martín -mojón 262-, donde se celebra cada año el 13 de julio el Tributo de las Tres Vacas, el tratado internacional en vigor más antiguo de Europa. En las inmediaciones de la piedra de San Martín parte el camino a la cercana cumbre del monte Arlás (2.044 metros), un paseo corto por la zona más alta del macizo kárstico de Larra con magníficas vistas de ambos lados de los Pirineos.
58.8 km, n/a
Zuriza, Ansó, Hecho y la Selva de Oza
El extremo noroeste de Huesca ofrece espectaculares paisajes y bellos pueblos. El Valle de Zuriza sirve de base para excursiones de montaña a cumbres tan conocidas como la Mesa de los Tres Reyes, Petrechema o Acherito.
El casco urbano de Ansó está declarado Bien de Interés Cultural, y sus casas de piedra cuentan con galerías, balconadas, arcos dovelados y chimeneas típicas que coronan los anchos tejados de teja ansotana. Destaca la imponente silueta de la iglesia gótico-renancentista de San Pedro. Otra localidad de interés es la cercana Hecho, que ofrece uno de los conjuntos arquitectónicos mejor conservados del Pirineo, presidido por la monumental iglesia de San Martín.
La villa cuenta con un museo etnológico, un museo de escultura al aire libre y el Centro de Interpretación del Megalitismo. En su extremo norte surge la belleza de la Selva de Oza, rica en bosques de hayas, con el conjunto megalítico de la Corona de los Muertos como atractivo añadido.
77.9 km, n/a
Los pueblos del valle de Roncal
Los siete pueblos del Valle de Roncal han sabido conservar hasta nuestros días la originalidad de sus caseríos de piedra e inclinados tejados, calles empedradas, casas señoriales y palacios con escudos nobiliarios en sus fachadas, iglesias-fortaleza, puentes medievales, ermitas desperdigadas, fuentes, antiguos lavaderos, balcones de madera, portadas de piedra labrada… , en definitiva, bellos y tranquilos rincones que invitan a callejear sin prisa.
El Valle cuenta además con un total de cuatro museos de reconocido interés: el Museo de la Almadía en Burgui, el Museo del tenor Julián Gayarre en Roncal, la Casa de la Memoria en Isaba y el Museo del Queso y la Trashumancia en Uztárroz. Todos ellos permiten conocer de primera mano la historia y las antiquísimas tradiciones de la zona.
64.9 km, n/a
Las foces
La ruta de las foces (gargantas) comienza en la foz de Burgui, un desfiladero excavado por el río Esca que puede recorrerse durante un kilómetro cruzando el puente medieval de la localidad. Más al sur, concretamente en las inmediaciones de Navascués, se encuentra la foz de Benasa, un corto paseo de gran belleza y reconocido interés ornitológico. Pero, sin duda, las foces más espectaculares son las de Arbayún, en el río Salazar, y de Lumbier, en el río Irati.
La Foz de Arbayún es un impresionante cañón de 6 kilómetros de roca con enormes paredes verticales que superan los 300 metros de caída. La mejor vista de la foz se encuentra en el mirador de Iso, y también pueden recorrerse a pie sus inmediaciones en Usún, por la denominada “Ruta de la canaleta”.
La Foz de Lumbier es una estrecha garganta excavada por el río Irati sobre roca caliza que sirve de morada a grandes rapaces como el buitre leonado o el quebrantahuesos. Sus 1.300 metros de longitud pueden recorrerse a pie por el antiguo trazado del tren Irati.
Opcional: La ruta puede completarse con una visita a los cercanos Monasterio de Leire -situado al pie de la sierra del mismo nombre y del existen noticias documentadas de su existencia ya en el siglo IX- y Castillo de Javier -una fortaleza medieval erigida sobre roca, y cuna de San Francisco Javier, patrón de Navarra-.
119.2 km, n/a